viernes, 2 de agosto de 2013

Capítulo 1 - Parte 2

Capítulo I
El encuentro


Parte 2
Familia Real

Por Coco

La Reina hablaba con su hermana y se habían alejado un poco del resto; era muy temprano y solo algunos invitados habían llegado. El pequeño salón en que se habían refugiado estaba en silencio lo que resultaba muy agradable, además la chimenea daba calor al cuerpo. Palacio aun estaba muy frío, ese año el invierno había sido terrible y la vieja edificación tardaría aun unas semanas antes de temperarse.

- Cara, me alegra verte sonreír.
- Me siento mejor, estas semanas mi cabeza había dado vueltas y... bueno, era como estar en un barco, siempre mareada.
- ¿Y estás segura que no es otra cosa? - Nefertari la veía tan directamente que la hizo sonrojar. - Sería natural.
- No es eso. Además Madame Xauen...
- La romaní no es un médico y tu deberías ver uno. - La siempre práctica Nefertari no compartía el gusto de Palacio por la adivina.
- Y lo he visto, esta mañana. Quería estar segura. - Cara estuvo un rato pensativa y volvió a sonreír, aunque con cierta nostalgia. - Sería agradable, pero no se; supongo que ya debería haber pasado. El Rey se impacienta, aunque ya sabes.
- ¡Si quiere un heredero debería visitar más tus habitaciones y menos las de esa mujer! - La joven hablaba en voz baja pero enérgica y la Reina se puso tensa.
- No quiero hablar de eso. - Cortó tajante. - Además Madame Xauen...


- ¡Otra vez con la adivina! - Cara continuó como si no la hubiera interrumpido.
- Madame Xauen dice que debo estar más relajada, que tanta ansiedad por un embarazo puede ser la causa, además dice que el Rey ya tiene suficientes herederos como para preocuparse por la Corona. Creo que también se lo dijo a él.
- Al menos esta vez hizo algo sensato.
- Eres muy dura y demasiado joven como para enojarte tanto por un tontería, hay cosas más importantes por las que deberías preocuparte.
- ¿Por ejemplo?
- Que el Rey me dijo que ya estás en edad para casarte.

Nefertari estuvo a punto de soltar un imprecación cuando se abrió la puerta y apareció la galante figura del Príncipe Ferdinand. La habitación no estaba completamente iluminada y no había visto que ellas estaban ahí, se acercó con pasos lentos a un sofá y se dejó caer como si el mundo estuviera sostenido sobre sus hombros. Cara hizo un ruidito para que se diera cuenta que no estaba solo, él se incorporó y saludo amable, era el mayor avance en la relación de Ferdinand con la esposa de su padre, con quien rara vez hablaba.
- Su Alteza, Milady. - Cara se sentía incómoda en presencia del joven, tanto como creía que él se sentía incómodo en su presencia, pero esa noche, la expresión de su rostro no era neutra, la sonrisa y la mirada que les había dirigido le resultaban dulces aunque tristes. Nefertari veía al Príncipe y cuándo él la vio ambos bajaron la mirada, como en un reflejo.



Las dos mujeres salieron dejando solo a Ferdinand. La Reina tenía la sensación que su hermana se había quedado más callada de lo usual, pero no dijo nada, estaban en medio del bullicio nuevamente y creyó que sería mejor hablar con ella cuando la paz regresara a Palacio, luego de la fiesta; además su hermana se había distraído en otra cosa y la había dejado sola.

Estaba preparada para la oleada de saludos que tenía que enfrentar en unos minutos, no le molestaba atender a los súbditos, ni desempeñar su papel en Palacio, pero en las semanas previas su salud la había agotado. Llegó al lado de Cari, la Princesa se había encariñado mucho con Cara y a ella le gustaba estar cerca de alguien con tanta energía y vitalidad como la hija menor de su esposo; de los tres, era la única que realmente la había aceptado.


Cuando estuvo listo, el Rey se acercó a ella; estaba muy serio y se notaba que había discutido. Recordó entonces la expresión de Ferdinand y no tuvo que imaginar mucho, en los últimos tiempos padre e hijo no hacían otra cosa que discutir. El Rey besó su mano galante y la escoltó hacía donde recibirían los honores de los invitados que comenzaban a llegar y que se desvivían en atenciones y halagos a su persona y a su arreglo. Ella sonreía escuchando atenta, inclinaba la cabeza a la derecha cuando algo le parecía interesante o se quedaba inmóvil cuando la aburría. El heraldo del Rey siempre prevenido y el aun más diligente mayordomo movían a los ilustres invitados con gracia; siempre atentos, conocían los sutiles gestos de la Reina y los bastante más obvios del Rey por lo que actuaban con presteza.

De pronto volvió a sentir frío, vio disimuladamente a su alrededor, pero las chimeneas y las pequeñas piras que habían dispuesto estaban encendidas. Tenía la sensación que la observaban y se puso nerviosa; pensó un poco más y terminó por aceptar que era un tontería, se sentía observada porque todos la veían, era una fiesta en su honor. Se rió sintiéndose tonta y se obligó a pensar en otra cosa.

9 comentarios:

  1. Ains, ¿quién estará mirando a Cara en la sombra?... jajaja.

    Por cierto, qué raro se me hace lo de "Cara".

    Fdo. La susodicha pero con K :P

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    1. Jajaja, también a mi se me hace raro ;)

      Me alegra mucho leerte por aquí :)

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  2. Ay que misterio !!! yo quiero saber quién mira tan fijamente a la reina que la pone incómoda???

    Firmado : la mejor amiga de la reina ( ya que estamos en ese plan jejje )

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    1. that is the question... realmente es 'ser o no ser', pero esta vez aplica ;)

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  3. Y el rey y su hijo porqué estarán enfadadados?, seguro que entre tanta gente observando a la reina... habrá una mirada especial que la sigue, estoy deseando saber quién es!, misterio y emoción! ;)

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    1. Una que hace que ella lo note pese a que todos la observan... lo que puede ser muy bueno o terriblemente malo... ¿tu qué crees?

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  4. Esas sospechas de que alguien la mira... A ver quién es...

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    1. La reina es una mujer perceptiva y cuando la piel te dice que te observan hay que hacerle caso ;)

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  5. Hay tanto misterio en palacio que no me extraña que haya algún espía. Me gusta la relación de Cara con Cari y el encuentro del príncipe con la reina. Saludos.

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